No pedìa mucho,
volar juntos
sin pedir permiso,
acariciar la luna
y dibujarla en el vidrio hùmedo,
de un amanecer cualquiera
en un piso doce.
Escuchar la lluvia,
y empaparnos de a dos.
Pero la magia y su aroma
que embriaga, se deshizo
en un verso
y
agazapado y sin clemencia
el olvido, irrumpiendo
voraz e implacable
nos dejó solos
así sin màs.
.
.
.
LaLy
Es preciosa la manera de transmitir que tiene el poema, imagino el piso doce, la lluvia, el fin del amor.
ResponderEliminarTe quiero mariposa.
M.
Intentos...solo intentos de transmitir lo vivido.
ResponderEliminaryo te quiero màs :)
Cada noche, las mismas tristezas, pueden ser de otros.
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